viernes, 2 de octubre de 2009

De aflicciones y furia ciega


Aflicción 1998

¿Algunas vez has tenido la impresión de que todos aunque estés consciente de que no es así, están en tu contra? Bueno, si nunca te ha pasado, felicidades; evidentemente eres alguien de sentimientos sencillos y sanos. De lo contrario tengo está película para ti: “Aflicción” con Nick Nolte y Jame Coburn. La película habla de un sheriff que a raíz de una muerte en un horrible pueblo de esos que siempre están nevando en Estados Unidos, empieza a fantasear con la idea de que fue un asesinato y se obsesiona con romper la monotonía de su vida.

El argumento de principio se lee muy ñoño pero la historia tiene un lado muy oscuro, Wade, el personaje central actualmente está en proceso de divorcio y está peleando la custodia de su hija, al mismo tiempo, tiene problemas para contener la agresividad de toda la furia contenida en una vida de abusos de un padre alcohólico que lo golpeaba de niño. También tiene que lidiar con la muerte de su madre que origina el tener que hacerse cargo de su papá y por si fuera poco tiene una muela infectada que debe atenderse pero por falta de dinero y tiempo no lo hace y trae el dolor constante. ¿Les suena familiar?. Jajajajajaja ¿pequeñas molestias repiqueteando hasta que se vuelven grandes?

Hay una parte de la película donde hablando con su hermano Wade dice: “Solo soy un perro golpeado y amarrado” es la mejor definición para la furia de Wade. Al obsesionarse Wade con arreglar el supuesto asesinato, en realidad está tratando de hacerse justicia a sí mismo. No les cuento el resto de la película para que la vean pero hay algunos puntos que me gustaría comentar acerca de Wade. ¿Cuántos de nosotros traemos una pequeña molestia golpeándonos en la nuca y no hacemos nada? ¿Un cabello maltratado? ¿Un problema con un vecino? ¿Sarro en los dientes sin atender? ¿Aguantar las malas caras de tu compañero en la oficina?

Y decimos:

· Pronto lo voy a arreglar

· No hay problema, al cabo que no me molesta tanto…

· No hay que enojarse, mejor hay que sonreír…

Y así andamos por la vida como robots pelándole el diente a todo mundo, siendo socialmente aceptables hasta que un buen día como nuestro Wade perdemos el control y la furia se nos desborda arrasando con lo que se atraviese.

En nuestra sociedad tenemos mucho tabues sociales en cuanto a las emociones negativas. ¿Alguna vez se han hecho los que no se dan cuenta cuando ven a alguien llorando en el camión o en la calle? Nada nos costaría preguntarle si podemos ayudarle en algo, pero nos perturba ver a alguien en ese estado y decidimos pasar de lado.

¿Han notado qué cuándo nos preguntan en la mañana “¿cómo estás?” invariablemente contestamos “bien, gracias”? no importa por cual circunstancia estemos atravesamos, ya que socialmente es considerado una descortesía y un exhibicionismo emocional y de mal gusto contestar: Nombre, de la chingada, mi suegra otra vez anda de metiche y el pendejo del vecino se volvió a estacionar en mi lugar y aparte creo que debía haber estudiado otra carrera en lugar de ésta que escogí.

Sólo imagínense la reacción de otro si damos una respuesta de este tipo (había un cuate en mi trabajo anterior que nadie le queríamos saludar en la mañana porque siempre traía cara de perro apaleado e indudablemente iba a aprovechar el “¿cómo estás? Para quejarse un chorro y quitarte el tiempo.)

Tenía una maestra argentina que a ella realmente le importaba un jiote las formas sociales. De hecho era una persona muy ruda en su trato, pero a mí me encantaba, siempre sabía a qué atenerme con ella y a veces cuando uno le preguntaba “¿Cómo está maestra?” contestaba: “Del carajo” y procedía a contarte. Mucha gente no la quería porque en la primer clase le dijo a varios “hipócritas” y que traían sonrisitas de madera (insisto, ella me encanta)

Pero no me malentiendan, no creo que ser auténtico sea andar como Marga López en la queja eterna, de hecho hay gente que usa ese acto para generar simpatía y lástima en los demás, pero la verdad no me gustan esos lugares comunes de la gente cuando dice:

· La depresión es porque la gente tiene mucho tiempo libre (¡qué profundo! ajajajaj)

· Hay que enfrentar todo con buena cara (ajajajajaj mi favorita)

· ¡Hay que echarle ganas a la vida! (¿a la de quién?)

¿Que si por qué me molestan? Porque la mayoría, de la gente cuando dice esas cosas es por la pura huevonada de no empatizar con el otro e imaginarse por un segundo, cómo se puede estar sintiendo para encontrarse en ese estado. Andamos caminando por la vida haciendo como que no pasa nada como que “todo está bien” hasta que un día te encuentras en Gonzalitos disparándole a otro cuate porque te chocó tu carrito (y eso ya sucedió hace poco)

Afortunadamente yo no tengo pistolas ni nada por el estilo porque la verdad, si creo en eso de que “a las pistolas las carga el diablo” y ¡qué bueno!, porque de lo contrario a lo mejor ya me habría echado a varios (ajjajaja no se crean ) pero desafortunadamente no todo mundo tiene ese criterio con las armas.

A raíz de esto solo tengo dos pensamientos:

Amiguito que andas hiperencabronado, triste o frustrado: por favor empieza a resolver esas pequeñas cosas que te molestan y después ataca las grandes, no aceptes más basura de nadie y no juegues al “No pasa nada, no me molesta tanto” porque puedes acabar como nuestro amigo Wade. Si estás en crisis, declárate en crisis, baja la velocidad y ocúpate de tí.

Amiguito que te gusta pasarte de la raya con los demás: ten cuidado y sé prudente, tal vez también eres del primer grupo, de hecho, todos tenemos un poco de los dos, pero los demás no están consientes de tus problemas y si no respetas a los derechos de los demás, no te van a entender y la cosa puede acabar mal (pregúntenle al papá de Wade)

¿Que a qué viene toda esta reflexión? No les contaré la historia, pero lo que si les puedo decir que esta columna va más dedicada a mí que a ustedes y prometo solemnemente cambiarme este horrible color de cabello en uno que me guste y no acabar como mi amigo Wade sacándome la muela con unas pinzas y matando unos cuantos.

Esta semana que viene todo mundo siéntase con plena libertad de contestarme realmente como están cuando lo pregunte, si quieren quejarse este es el espacio perfecto…

No hay comentarios:

Publicar un comentario